Leí por ahí que el cuerpo es el templo del alma. Vale acaso esforzarse por tener un cuerpo esbelto, armonioso, sano y puro por algo que no sabemos a ciencia cierta si existe ¿?
Notemos que lo digo yo, un bailarin, que se mata por tener el cuerpo como lo tiene, pero sinceramente no encuentro mas que un sentimiento narcisista en el hecho de modelar un cuerpo a estandares absurdos y mayormente inalcanzables....
Breve, sin ganas de nada, justamente porque mi cuerpo esta cansado.
martes, 15 de mayo de 2007
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2 comentarios:
Hoy contemplé con agrado la existencia de seres que se atrevieron en algún momento de la historia a refutar (o intentarlo, al menos) esa dualidad cuerpo/alma que siempre anda merodeando como un fantasma cartesiano del que parece que nosotros, occidentales, no podemos liberarnos.
La fenomenología dice, mi querido Guido, siendo muy escueta y descuidadamente simplista, que no tenemos un cuerpo y un alma, sino que tenemos un cuerpo propio. ¿Qué quiero decir? Maurice Merleau Ponty dice, siguiendo a Husserl, algo así como que el cuerpo propio es algo más que un objeto a ser estudiado por la ciencia; es también una condición permanente de la existencia. Uno no existe sin cuerpo, la inteligencia, las emociones, lo percibido, nada de todo existe sin cuerpo. El cuerpo es condición de lo que Descartes llama cogito, andes del "Yo pienso", está el cuerpo. ¿Cómo podríamos SER sin cuerpo?
Por eso, Guido, no te agarres de sutilezas poco masticadas como la idea de narcisismo; hay algo más que puras venas y músculos en el cuerpo, pero nos han enseñado que el pensamiento es anterior a todo. ¿Será hora de patear el tablero?
Te quiero pendejo.
Eso!...
Me adhiero a la brillante opinión de annah, expuesta arriba...
Y asi también me ahorro el tener que pensar y decir lo que opino yo...
Me gustó mucho eso de patear tableros sobre todo...Quiero patear tableros carajo!
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